Los CFD son una opción interesante para que, personas sin un alto volumen de ingresos puedan empezar a mover su dinero y obtener interesantes ganancias. A pesar de ello, son muchos los pequeños inversores que pierden la totalidad de su inversión rápidamente.
¿Qué es un CFD?
Se llaman Contratos por Diferencias (Contract for Difference, o CFD) a un acuerdo entre el broker y una persona o entidad para pagar al otro la diferencia entre el precio de un activo, por ejemplo el valor del euro/dolar o la cotización de una empresa entre el momento en que se realiza el contrato y cuando éste se finaliza.
Por ejemplo, si un euro vale 1.24 dólares ahora y hago un contrato de compra, dentro de una hora vale 1.25 dólares. Yo me llevaré esa diferencia multiplicada por la inversión que he ordenado. Si la inversión es de 1€, no llegaría al céntimo de euro la ganancia, pero si la inversión es de 1000€ habré ganado unos 8€.
Este tipo de producto financiero permite apalancamiento. Es decir, cuando realizamos una inversión, podemos pedir un préstamo al broker para que nuestra inversión sea mayor. Así, con un apalancamiento 1:100 podemos hacer un contrato por valor de 1000€, cuando nosotros sólo tenemos que poner 10€ de nuestro bolsillo. Este apalancamiento permite que nuestras ganancias sean mayores (como vimos en el ejemplo anterior con un contrato de 1000€ podíamos sacar 8€ para nosotros), pero las pérdidas también pueden ser mayores, es decir, igual que hemos podido ganar, también podemos perder y es francamente fácil perder.
¿Me voy a arruinar endeudado?
Eso es cosa tuya. Los brokers no van a perder, pero también les interesa que sigas operando con ellos para hacer negocio. Así que, cuando realizas una operación de trading, el dinero de tu contrato pasará a ser un margen de seguridad, con el que te podrás mover. Por lo que, si inviertes 10€, tu contrato se cancelará automáticamente cuando hayas perdido esos 10€. Normalmente, antes de realizar cualquier operación, los brokers requieren que hagas un depósito con ellos y nunca cogerán más dinero del que has depositado.
¿Necesito hacer muchos números?
Los humanos estamos diseñados para encontrar, o inventarnos patrones en casi todos sitios. Vemos un dibujo abstracto y somos capaces de encontrar caras, miramos las nubes y somos capaces de ver animales o dragones. De la misma forma, cuando vemos números y gráficas y la evolución de diferentes valores o activos, somos capaces de ver tendencias, hacia arriba o hacia abajo. Y esto es lo único que necesitamos.
¿Así de fácil? Pues no, siempre hay algunos conceptos que debemos conocer, o que podemos descubrir sobre la marcha, muchos de ellos serán muy lógicos: ¿qué es una tendencia alcista o bajista? Aunque, ya que las variaciones en el mercado pueden ser muy caóticas, podemos buscar herramientas matemáticas que hagan una estimación de cómo puede evolucionar un valor o ver la salud del mismo. Hay funciones como el RSI, la regresión lineal o la media de movimiento que nos pueden resultar muy útiles.
De todas formas, siempre tenemos que tener en cuenta que las operaciones tienen un coste. Y si realizamos una operación tenemos que tener en cuenta que la ganancia deberá ser superior al coste de la operación (diferencia entre el precio de compra y el de venta). Además, este producto financiero también cobra por mantener los contratos durante la noche o el fin de semana. Por lo que, el valor que queremos perseguir deberá ser superior a la ganancia real menos todo lo que el broker nos cobra. Como dije antes, el broker nunca pierde.
¿Sólo gano si el activo sube?
Hay dos posibles operaciones. La operación de compra y la de venta. Como aquí estamos hablando de la diferencia entre dos valores en momentos del tiempo diferentes. Si creemos que un activo va a subir podemos comprar (ir en largo) o vender (ir en corto). Lo que importa al final es la diferencia. Para ganar dinero, si hacemos una operación de compra, el precio del momento posterior deberá ser mayor, y si es de venta, deberá ser mejor. Por tanto, podemos ganar dinero aunque los activos bajen de precio.
Elegir un buen broker
La clave del proceso está en elegir un buen broker. Y, para no tener problemas, uno regulado. Así tendremos la seguridad de que no se irán con nuestro dinero y desaparecerán y, seguro que nos resulta útil para hacer la declaración de Hacienda. Aunque también es importante que las cuotas por operaciones y por mantenimiento de activos no sean demasiado altas porque si no, es difícil ganar dinero.
Nuestra recomendación
En Thinkeando hemos estado probando diferentes brokers CFD y hemos encontrado uno muy interesante. Plus500 es uno de los líderes del sector y con él podremos operar en diferentes tipos de activos como divisas, índices, criptodivisas (bitcoin, ethereum, litecoin y demás), materias primas, acciones y opciones. Además, presenta una interfaz web muy sencilla e intuitiva con la que es muy fácil operar. Incluso podemos disfrutar de algunas herramientas avanzadas para empezar a convertirnos en grandes traders.
Si no queremos arriesgarnos al principio, podemos empezar a practicar con una cuenta demo con 50.000€ de dinero virtual. Suficiente para aprender cómo funciona todo y, poco a poco, empezar a manejar estas herramientas.
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*Recuerde que los CFD son un producto apalancado que puede resultar en la pérdida íntegra de su capital. Asegúrese de que entiende perfectamente los riesgos que conlleva.
Foto principal: Markus Spiske